lunes, 29 de octubre de 2012

De cahorros y de canjorros...

Por Juan A. Gutiérrez.
Mahón.-
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Es curioso el asunto. Consultado el Diccionario de la RAE, no he podido localizar ni descifrar el significado de ambas palabrejas. Y es que algunos localismos, como los que nos ocupan, tienen mucho que ver con la costumbre de las gentes de nuestra tierra por deformar la grafía de las palabras…
Tanto una como otra vienen a referirse, por si tienen interés, a aquellos lugares, enclavados normalmente en los cauces de arroyos y riachuelos, a modo de pequeños desfiladeros o gargantas de unos 30-40 metros de altura y de 50-100 metros de longitud, que el paso del tiempo y la acción erosiva de las aguas ha ido formando y configurando, dándole ese aspecto, que, evidentemente, seguirá cambiando, a no ser que el curso de agua llegue a secarse, algo improbable. En el fondo de estos pequeños cañones discurre el arroyo, que, con las avenidas y tormentas otoñales e invernales, cincela con piedras de arroyada y aguas turbulentas los márgenes de los cauces, dándoles ese aspecto de garganta sombría…
A mediados de septiembre del 2011, el que suscribe la entrada, junto a sus cuñados de aventura senderista, Pepe Alvarez y Lolilla Rodríguez, nos adentramos, como siempre que hacemos un sendero, a la que venga venir, por el cauce del Río Chíllar, en el término de Nerja (Málaga). La sorpresa, al ver los Cahorros del Chíllar fue mayúscula, porque, simplemente, debido a tu ignorancia y desconocimiento, no te crees que haya semejantes maravillas en nuestra tierra, hasta que las concibes… Para llegar al lugar hay que ir hasta Nerja. Una vez aquí, en esta ciudad de la Costa del Sol turística por excelencia, tienes que entrar en el cauce del río desde la Calle Picasso, una de las vías que está por encima del Polideportivo Municipal y coger una pista que nos lleva directamente hasta el Chíllar, cerca de la desembocadura del mismo en la playa del Playazo. A partir de aquí, hay que seguir necesariamente a pie por una senda que alterna ambas orillas del río y se pierde al llegar a Los Cahorros, destacando por su belleza, gargantas en las que el río se estrecha hasta permitir tocar las paredes que lo delimitan con sólo extender los brazos. Progresivamente la vegetación toma más interés por su exuberancia y buen estado de conservación. Tras caminar por el cauce un buen trecho, llegamos a la poza conocida como El Vado de los Patos, con pequeña cascada incluida, un buen lugar para darse un chapuzón después de una caminata de 3-4 horas. El avance a partir de ahora se hace más dificultoso y no es aconsejable para personas con problemas de movilidad. Llegado a este punto, lo mejor es regresar hasta el punto de partida.
Casi todo el itinerario transcurre por el mismo cauce del río, por lo que es necesario ir bastante preparado, ya que durante todo el año el agua puede fácilmente alcanzar hasta la rodilla en muchos de sus tramos.

Imágenes del Chíllar.-

Uno de los cahorros del Chíllar.-



Cauce erosionado del Chíllar.-



El Vado de los Patos, en el Chíllar.-


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Este año, a mediados de agosto, junto con mis hermanos Pepe y Javier, y mi sobrino José Luis, nos adentramos en Los Canjorros del Alto Andarax, que, al igual que los Cahorros del Chíllar, tienen la singularidad de su espectacularidad, su enclavamiento en el cauce de un río, o mejor arroyo de montaña, pero con mayor actividad erosiva, al contar con innumerables rocas caídas de ambos márgenes, hasta el punto de taponar y consistir un serio obstáculo para el normal discurrir de la marcha. Aquí, en el Alto Andarax, el bosque de galería, se da con mayor amplitud, ya que el cauce, en algunos tramos, se torna llano y amplio, con lo que la vegetación se traga, literalmente, el arroyo, necesitando el senderista más que sus piernas para avanzar por el cauce.

Imágenes del Alto Andarax y sus "canjorros".-










"Cahorros" y "canjorros" se dan de la mano, tanto geográfica como semánticamente hablando. Son esos lugares que hay que ver, que hay que patear, sentir, gozar y disfrutar...
Desde aquí animo a visitarlos a todo el que pueda.
Salud y buen sendero!

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