lunes, 24 de diciembre de 2012

Una banda sonora excepcional

Cuando en 1983 Martin Scorsese propuso a Peter Gabriel que musicara su proyecto cinematográfico basado en la novela de Nikos Kazantzakis “La última tentación de Cristo”, poco se esperaba que tardaría nada menos que 5 años en completar su particular producción. En realidad, Gabriel se hallaba embarcado en una cruzada artística que consistía en sacar al mundo todos sus sonidos, y vio en la propuesta de Scorsese un fantástico crisol para poner a prueba sus ensayos. Esta "cruzada", desembocaría en la creación de su sello discográfico, Real World.

Todos los cortes son evocadores de un momento de la película. The Feeling Begins presenta la historia de una tentación y anuncia cambios, sorpresas. Con Of These, Hope, Gabriel sumerge la BSO en un continuo de alardes rítmicos (obra de Billy Cobham) y una guitarra que tímidamente rescata los acontecimientos pretéritos y los expone a la actualidad. Open rinde tributo a la rendición de los mortales a un destino ingobernable y Bread and Wine, al final del disco, recuerda que tras el precio de la muerte el mundo queda en paz

El buen uso del Fairlight queda patente en piezas como Disturbed, y Sandstorm evoca la vida peligrosa, la tensión, la fragilidad del control (Gabriel, como buen enfermo bipolar, conoce esta sensación perfectamente y sabe expresarla en clave musical. Un oboe en With this Love lleva la melancolí al extremo de las lágrimas... cada tema parece guardar una entidad propia, y cuesta sintonizar un programa documental o informativo de televisión sobre oriente medio, la guerra del Golfo, Irak o Afganistán que no tenga por fondo a las músicas de Passion.

Passion (del disco del mismo nombre). Es como contemplar un amanecer con todo el mundo al alcance. Nusrat Fateh Ali Khan vocifera un Qwualli, invitación a la plegaria, al tiempo que un clero de voces africanas (encabezadas por Youssou N'Dour) y un coro infantil inglés (destacando la voz de Julian Wilkins) presiden un baile de haces de luz con los que el sol inaugura el drama cotidiano de la existencia humana.

Saludos


Javi

domingo, 23 de diciembre de 2012

El bueno de Peter

Musica de Peter Gabriel ahora. Se trata del segundo directo de Peter, después del "Plays live". Es del año 1994 y su título fué Secret Word Live, grabado en Modena (Italia). El ex de Genesis tiene desde hace tiempo una relación muy cercana con nuestros hermanos italianos. En Cerdeña es propietario de uno de los mejores hoteles de la isla. A ver si vamos, ¡ja, ja, ja,...! . Os dejo una canción del Peter Gabriel 1, Solsbury Hill, todo un canto a la libertad, eso sí, recogida en el album en directo que os he citado en un principio. Que disfruteis. Saludos a todos.

Javi

martes, 18 de diciembre de 2012

Voy a poner algo más irreverente. Son "La Polla Records" en directo en el festival Viñarock, en Villarrobledo (Albacete) en el año 2003. Este tema es todo un himno para sus incondicionales y, observesé la letra, muy actual. Daros cuenta de los tres pavos que suben al escenario a cantar con ellos y ni se inmutan. Evaristo es mucho Evaristo.

Javi

domingo, 9 de diciembre de 2012

Viaje por las Castillas (4) Sorpresas del camino


Vuelvo a dejar en este nuestro blog muestra de los maravillosos lugares que recorrí junto a Mari Carmen este verano, por el inabarcable centro de nuestra polvorienta Piel de Toro. En esta ocasión, una prueba de que la improvisación a veces te da gratas sorpresas... En el trayecto de Burgos a Zamora, decidimos hacer un alto - algo, por otra parte, muy necesario - en un punto de Palencia, cerca de un lugar donde había un inmenso polígono industrial en el que destacaba la fábrica de galletas "Siro" (¡). Cuando vi su nombre en el mapa, recordé mis lejanos tiempos de COU y la asignatura de Historia del Arte... San Juan de Baños... Este hito de la arquitectura visigótica no podía dejar de ser visitado. Y así hicimos. Ya en el lugar, eché mano de la Wikipedia, y leí que fue fundada allá por el año 661 por el rey Recesvinto (en el interior del templo, hay una piedra con el supuesto contorno de la mano del monarca... en fín...), lo que la convierte en la iglesia en pie más antigua de España. Leyendas y records aparte, este pequeño y humilde templo, en medio del campo, me inspiró mucho más que otros edificios más imponentes.


Sólo es Jazz (1).-

Dave Brubeck, in memoriam!

por Juan A. Gutiérrez
Mahón.-

_____________________________________




El pasado 5 de diciembre, como de costumbre, salí a dar un paseo a media tarde por los alrededores de Mahón, para intentar suavizar los músculos de mi maltrecha espalda, cuando se me ocurrió echar en mi bolsillo mi pequeño equipo de audio portátil, en donde se van acumulando muchas obras maestras del mundo del jazz... Allí entran, sin permiso, cómo no!, gente como Duke Ellington, Miles Davis, John Coltrane, etc... y otros no tan conocidos, como el maestro del piano Dave Brubeck, a quien le sorprendió la muerte el mismo día que yo picaba en mi audio portátil su inmortal “Take Out”, esa lindeza musical que se le ocurrió junto a Paul Desmond, allá por el 1959, cuando vendieron más de 1 millón de copias con el The Dave Brubeck Quartet, en donde se incluía su trabajo más popular, el “Take five”, de Desmond.




Una imagen del The Dave Brubeck Quartet.-


Ahora, cuando son las 18:30 horas del domingo 9 de Diciembre del 2012, me acabo de enterar de tan triste pérdida, al tiempo de rascar la Wikipedia para nutrirme de información de primera mano. En los obituarios aparece que Brubeck murió en un hospital de Connecticut de un infarto al corazón. Para los que amamos el jazz y lo que supone para el confort de nuestro volátil espíritu que se vaya un genio como Brubeck nos llena de desánimo y de profunda melancolía... Por eso, que ya es mucho, edito esta primera entrada dedicada al mundo del jazz, coincidiendo con la fecha de la partida de Brubeck. La verdad es que tenía in mente empezar a escribir mis querencias y desvelos por el jazz con gente como Miles Davis, Duke Ellington o John Coltrane, pero el fallecimiento de Brubeck me obliga a cambiar mis planes.

De Dave Brubeck podría estar escribiendo en este blog un buen rato, porque él y la gente que le acompañó lo merecía... Para no extenderme en demasía, tan solo apuntar que se dedicó al jazz elegante, al refinado, pero también, y al mismo tiempo, al jazz popular, ya que consiguió que gente que aún no se había acercado a este mundo, lo hiciera sin complejos...

En memoria de Dave Brubeck os dejo este enlace para que podáis gozar con su tema más popular, el “Take five”, de su trabajo citado del 1959 “Take Out”...




Salud y Jazz!

Mahón, Dic. 2012

jueves, 6 de diciembre de 2012

Discoplay
por Juan A. Gutiérrez.
Mahón.-


________________________________________

En una entrada publicada en este blog, con relación al feliz encuentro del vinilo nº 70 de la Colección Galleria de la discográfica alemana Deutsche Grammophone, se hacía mención más que merecida a Discoplay.

Como ya apuntaba en aquel artículo, Discoplay fue una bendición para los amantes de la buena música y de la cultura popular, desde que allá por los albores de los 70 decidiera editar mensualmente el BID, o el Boletín Informativo Discoplay. Desde aquellas fechas y hasta su desaparación, éste que escribe recibió puntualmente el boletín informativo en su casa, y era una alegría inmensa cada vez que llegaba.

El fundador de Discoplay, un tal Emilio Cañil, falleció a principios de 2010 y el genial Diego A. Manrique, quizás con toda justicia el mejor crítico musical de este país, en una crónica a modo de obituario, fechada en febrero del 2010, según se cuenta en el archivo de EL PAIS, nos contaba lo siguiente: 

“Me entero por la radio del fallecimiento de Emilio Cañil, fundador de Discoplay, posiblemente la empresa que más hizo por difundir la música durante el posfranquismo. Murió hace diez días pero no he visto obituarios en la prensa de papel. No debería sorprendernos: en vida, tampoco tuvo reconocimientos.

Supongo que son los inconvenientes de trabajar de mercader de melodías, como le denominó Ceesepe en un dibujo. ¿Le hubiéramos despedido mejor de haberse consagrado durante cuatro décadas a comercializar cine o literatura? En realidad, aparte de discos, Discoplay vendió libros, películas, carteles y mil objetos más. Cierto que, en España, sólo hay un personaje más sospechoso que el empresario triunfador: el empresario que fracasa. Y Cañil fracasó gloriosamente. Con la implantación de las grandes superficies, intentó transformar su imperio de venta por correspondencia en una red de tiendas; incluso pretendió reciclar un cine madrileño en desangelada megatienda. Protagonizó aventuras tan quijotescas como abrir una sucursal en Moscú. Sentimentalmente zurdo, Cañil realizó alucinantes trueques con la Rusia de Yeltsin: Discoplay terminó ofreciendo violines y otros instrumentos salidos de factorías ex soviéticas.

Largo camino desde sus inicios en El Rastro. En la prehistoria de la movida está la tienda en Los Sótanos de la Gran Vía. Veníamos de una etapa de escasez -de música, de información, de contactos- y aquél era un punto de encuentro que presidía un Emilio jovial. Un recuerdo personal: él me presentó a Jesús Ordovás, ya entonces una leyenda en el underground hispano por sus temporadas en San Francisco y Ámsterdam.

La gran creación de Cañil fue su boletín. El BID era maná para masas de melómanos que no tenían acceso a una tienda de discos (o que preferían los precios de Discoplay). El mero hecho de figurar en aquel catálogo creaba una demanda para músicas marginales: a pesar de su fealdad funcional, ejercía de medio prescriptor. Llegó a tener tiradas superiores al millón de ejemplares; su poder era extraordinario.

Otros se hubieran conformado con consolidar su negocio. Emilio se metió en mil fregados como divulgador cultural. Vendió entradas de conciertos, cuando ningún gran almacén o entidad bancaria aceptaba asociarse con el rock o los cantautores. Coeditó una extraordinaria colección de discos procedentes del archivo de Folkways e incluso publicó textos del ajedrecista Gari Kaspárov o una biografía de Brian Epstein. Apoyó a las independientes del pop y cualquier aventura atípica. Su respaldo hizo posible Linterna Música, el sello que se atrevió a grabar a Carles Santos, Orquesta de las Nubes, Clónicos y otras propuestas aún hoy inclasificables. Emilio era capaz de emocionarse con unas grabaciones de campanas de monasterios ortodoxos... y lanzarlas.

No se hacía ilusiones sobre el paladar estético de los consumidores españoles. Todo lo contrario: "en Discoplay sabemos cuántos guardias civiles siguen a AC/DC, cuántos seminaristas compran Alice Cooper y cuántos gallegos consumen sevillanas. Todo correcto pero incluso nosotros no podemos cuantificar la enormidad de horteras que hay en España".

Sobre su carisma, no caben dudas. Cuando la primera de sucesivas crisis le asfixió, supo agrupar a los acreedores alrededor suyo. Se tiende a relatar su declive como un enfrentamiento con las multinacionales, pero tenía allí verdaderos admiradores. La mayoría de sus empleados le fue fiel hasta el final, aunque le dolió la escisión que desembocó en la cadena Tipo, orientada hacia el rock. Algunos de los que trabajaron a su lado insisten en que Discoplay pudo ser la Amazon española; él nunca aceptó esa equiparación. Reconocen que no le gustaba delegar, que no aceptaba consejos, que carecía de paciencia para la contabilidad y los impuestos, que tenía temperamento de jugador.

Quizás perteneciera a esa estirpe que conocemos bien: los empresarios visionarios, capaces de materializar las ideas más audaces pero que se aburren con el día a día de la gestión. Muchos misterios en la trayectoria de Emilio Cañil: quién sabe cuál fue su particular Rosebud".

"Adiós a un titán".  Diego A. Manrique. EL PAIS. 1 Febrero 2010.-





Portada del BID de Abril de 1988.




Rascando en Google me he topado con una grata sorpresa. Para los nostálgicos están publicados todos los BID's, en la página que os indico más abajo:

http://www.archivodocumentaldiscoplay.info/

En esta web están escaneados todos los BID's desde 1982 al 2007, fecha en que desapareció la empresa.


En la doble página que os pongo más abajo, del BID de Abril de 1988, Discoplay comenzó a ofertar los LP's de la Colección Galleria y, precisamente, fue por estas fechas mi primer pedido, consistiendo éste en dos LP's, al módico precio de 799 Pesetas, por LP: el Concierto de Aranjuez, del Maestro Rodrigo, y Las Cuatro Estaciones de A. Vivaldi (de hecho en la funda de los LP's tengo anotadas la fechas de compra).




Como podréis comprobar, en estas 2 páginas del BID de Abril de 1988 se ofertaban las grabaciones en 3 formatos: en LP, Cassette y CD. En la página de la izquierda se ofertaba la clásica de la DG en versión top, más cara, con grabaciones en DDD y en la página de la derecha aparecen las grabaciones de la Colección Galleria, que progresivamente, y con el paso de los meses, fuí adquiriendo, conservándola hoy en día como un tesoro...

Sí, ya sea que suena a antiguo y con grandes dosis de nostalgia. Pero es lo que tiene la memoria y los buenos sentimientos en el recuerdo...


Discoplay y todo lo que significó en aquellos tiempos siempre estará en mi mente, y tal como dije en su día, todo agradecimiento sabrá a poco!.

_________________________

Mahón, Dic. 2012

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Psicodelia (3)…
Una visión muy personal de la psicodelia y del rock sinfónico, y de los grupos que lo hicieron posible.-

Por Juan A. Gutiérrez
Mahón.-
________________________
Pink Floyd. Su obra después de “The dark side of the Moon”...

A partir de The dark side of the moon” se afianza en Pink Floyd la influencia y presencia de Roger Waters. Se puede decir que con la publicación del mítico álbum se inicia la “era Waters”. Esto es así por varios motivos, entre los que destaca que se convirtió, por así decirlo, en el letrista fundamental del grupo, además de imponer su ideario y su visión del mundo y del rock.

Antes, los grupos de rock no acostumbraban a tardar tanto entre disco y disco. En esto también fueron pioneros los Pink Floyd. “Wish you were here” apareció en septiembre de 1975, casi 30 meses después de “The dark side of the moon”. Un sucesor digno, pero demasiado formal. Y con la llegada del punk se adaptaron –dentro de sus posibilidades- a los arreglos económicos predominantes, con la edición del “Animals” (Enero 1977).



El noveno álbum de estudio de la banda británica, lanzado en septiembre de 1975, está inspirado en el material que compusieron durante su gira europea de 1974 y que grabaron en los Abbey Road Studios de Londres. Su temática explora la ausencia, la industria musical y los problemas mentales del anterior miembro de la banda Syd Barrett. Las sesiones de grabación fueron arduas y complicadas, en parte por la idea de Roger Waters de dividir la canción "Shine On You Crazy Diamond" en dos, para después unir cada mitad con tres nuevas composiciones. "Shine On" es un tributo a Barrett, quien, irónicamente, se presentó en los estudios el 5 de junio mientras se grababa. A la banda le costó reconocerle por el peso ganado y su cambio de aspecto.
Al igual que en su álbum previo, The Dark Side of the Moon, la banda utilizó distintos efectos de sonido y sintetizadores. Roy Harper colaboró como vocalista en la canción "Have a Cigar". El diseño artístico del álbum, nuevamente en manos de Storm Thorgerson, de Hipgnosis, contiene una funda negra y opaca que tapa la portada del mismo. Wish You Were Here se estrenó en Knebworth en julio de 1975, para después ser lanzado oficialmente en septiembre de ese mismo año. Fue un éxito inmediato; la compañía discográfica EMI ni siquiera pudo editar las suficientes copias para satisfacer la demanda. Al comienzo recibió críticas positivas y negativas, aunque está posicionado en el puesto número 209 de la lista de los 500 mejores álbumes de la historia elaborada por la revista Rolling Stone. Los miembros de la banda Richard Wright y David Gilmour coinciden en que Wish You Were Here es su álbum favorito de Pink Floyd.



Portada del Wish You Were Here.





Imagen promocional del “Animals”. El motivo de la misma es la central eléctrica Battersea Power Station, ubicada en el municipio londinense de Wandsworth. La idea la tuvo Roger Waters, que vivía cerca del edificio en la época que se grabó el LP. El globo en forma de cerdo de 9 mts., por nombre Algie, fue llenado con helio y colocado frente al edificio el 2 de diciembre del 1977, con un tirador entrenado y listo para disparar si se escapaba. Por desgracia, las inclemencias del tiempo retrasaron la sesión de fotos y el mánager de la banda Steve O'Rourke no había previsto contratar al tirador más días. El globo se soltó de sus amarras y ascendió, aterrizando finalmente en Kent, siendo recuperado por un granjero local, enfadado porque aparentemente "había asustado a sus vacas". Recuperaron el globo, dedicaron un tercer día a la sesión de fotos, aunque finalmente se superpuso la imagen del cerdo delante de la estación eléctrica, ya que consideraron que eran mejores fotografías.


“Animals” es un álbum conceptual que critica de forma mordaz las condiciones sociopolíticas de la Inglaterra de los años 1970 y que presenta un cambio en el estilo musical respecto a su anterior trabajo, Wish You Were Here.
La grabación se llevó a cabo en los estudios de la banda, Britannia Row, en Londres. La producción del álbum se vio salpicada por los primeros signos de discordia que varios años después culminarían con la marcha de Richard Wright de la banda. Obtuvo reseñas mixtas en el Reino Unido, aunque alcanzó el puesto número dos de ventas. También fue un éxito de ventas en Estados Unidos, en donde llegó al puesto número tres de la lista Billboard 200. A pesar de solo permanecer en las listas estadounidenses seis meses, las ventas constantes han conseguido que sea certificado platino en cuatro ocasiones por la RIAA. El tamaño de los recintos de su gira promocional In the Flesh, sumado a un incidente en el cual el comportamiento de los seguidores hizo que Waters escupiese a uno de ellos, sirvió de temática para que el bajista compusiese el siguiente álbum de estudio de la banda, The Wall.
Animals está basado en términos generales, en la fábula política de George Orwell, Animal Farm, donde varias castas de la sociedad están representadas a través de diferentes animales: perros como los representantes de la ley, cerdos como implacables mandatarios y ovejas como peones descerebrados. Mientras la novela se enfoca en el comunismo, el álbum es una crítica directa al capitalismo y, a pesar de que ambos abogan por los ideales del socialismo democrático, el álbum difiere en que al final las ovejas se rebelan para dominar a sus opresores.

Portada del “Animals”.


Pasada la tormenta, resurgen con otro proyecto ambicioso: “The Wall” (1979), doble disco conceptual alimentado mayormente por el sombrío panorama mental de Roger Waters: la soledad, la incomprensión y el muro que construimos para aislarnos de nuestro entorno y de nuestra realidad. La película subsiguiente, bajo la batuta de Alan Parker, y con Bob Geldof como protagonista, obtuvo dividendos generosos, así como el tema “Another brick in the wall”, censurada en Sudáfrica y el algunas emisoras británicas, al denunciar con dureza la represión en sus sistemas educativos.



Portada de "The Wall".



Imagen promocional del “The Wall”.



Este pesimismo crónico, abonado gracias a las letras catastrofistas de Waters, se confirma en “The final cut” (1983),  en donde se entrelazan multitud de consignas antibelicistas. De hecho el álbum está dedicado al padre de Waters, Eric Fletcher Waters, caído en combate en la II Guerra Mundial. Es el único álbum de la banda en el que no apareció Richard Wright, y el único que fue compuesto en su totalidad por uno de los integrantes de la banda, en este caso Waters (tanto fue así que le ofrecieron publicarlo como un disco en solitario, algo que fue rechazado por el resto de integrantes y por EMI.




Portada del “The final cut”.



Con la marcha de Waters en 1985, el estilo del grupo dio un giro considerable, especialmente en el aspecto lírico. La música siguió el estilo general de la banda, con atmósferas cuidadas y el típico sonido de Gilmour a la guitarra, pero se echó en falta la cohesión de Waters y su habilidad como letrista. Esto se materializó en “A Momentary Lapse of Reason (1987), un álbum bien acogido por el público y compuesto casi enteramente por Gilmour, quien dejó más espacio al resto de miembros en el siguiente disco, The Division Bell (1994). Este disco fue un regreso a los tiempos anteriores a The Dark Side of the Moon, pues se pueden apreciar largas notas en el teclado y los efectos de eco que posee el sonido de la guitarra. Líricamente, el trabajo parece tener referencias implícitas a Waters y a la historia de The Wall, aunque predomina el tema de la caída del muro de Berlín.



Portada del “A momentary lapse of reason”.



Portada del “The division bell”.


--------------------------------------
En 1985, Waters declaró la extinción de Pink Floyd, pero los demás miembros, encabezados por Gilmour, siguieron dando vida al grupo hasta ser demandados por Waters debido a los derechos del nombre de la banda, ya que habían continuado grabando y actuando bajo el nombre de Pink Floyd, mientras que Waters pensaba que dicho nombre no debía seguir siendo utilizado. Tras el juicio, Waters obtuvo los derechos exclusivos sobre toda la imaginería que desplegaban en sus conciertos (incluido su famoso cerdo volador de Animals) y los derechos sobre el espectáculo audiovisual de The Wall (excluyendo los tres temas que compuso Gilmour para la obra: «Young Lust», «Run Like Hell» y «Comfortably Numb») y sobre todos los temas incluidos en The Final Cut, mientras que el resto del grupo podía seguir usando el mismo nombre.
Tras superar estos problemas legales, Gilmour, Mason y Wright disfrutaron del éxito comercial con A Momentary Lapse of Reason (1987), disco en el que Wright participó como teclista asalariado y no como miembro de la banda, y con The Division Bell (1994), último disco de estudio del grupo en el que ya aparecieron Gilmour, Mason y Wright como componentes de la banda. Waters, por su parte, se embarcó en una carrera como solista y no se volvió a reunir con Pink Floyd hasta 24 años después, el 2 de julio de 2005 en el concierto Live 8 en Londres.
El fin definitivo llegó el lunes 15 de septiembre de 2008 cuando Richard Wright, teclista y miembro fundador de la banda, murió de cáncer a los 65 años de edad, eliminando las posibilidades acerca de una futura reunión del grupo.






Para finalizar este capítulo sobre Pink Floyd os dejo un video de You Tube, sobre una actuación en directo, base para la edición de su doble en vivo PULSE, en el cual dedican casi por entero la segunda parte del concierto al The dark side of the Moon…







 


________________________


Mahón, Dic. 2012


Psicodelia (2)…
Una visión muy personal de la psicodelia y del rock sinfónico, y de los grupos que lo hicieron posible.-

Por Juan A. Gutiérrez
Mahón.-




Pink Floyd. Sus comienzos y el impacto de “The dark side of the Moon”...

Todo tiene un por qué, una causa. Mi afición al rock sinfónico tuvo su origen, por decirlo de algún modo, en la primera audición del “The dark side of the moon”, de los Pink Floyd. Fue impactante y lo sigue siendo, por mucho que pase el tiempo…

Los Pink Floyd se apuntaron a la marea psicodélica que venía de California, por el 1966, gracias a la publicación de "Eight Miles High" de los californianos The Byrds y especialmente el álbum Revolver de sus coteáneos The Beatles. Tenían como letrista a un adepto a los psicotrópicos, Syd Barret, que también tocaba la guitarra. A Barret le llamaron Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright. No eran buenos instrumentistas, ni mucho menos virtuosos, pero, mientras grupos como Yes, Genesis o Emerson, Lake & Palmer trabajaban en un marco barroqueño y de melodías sublimes, los Floyd se quedaron en un eslabón más modesto de este aspecto, -salvo quizás en “Atom heart mother”-,para avanzar, y de qué manera!, en la parte técnica del sonido: fueron  los precursores en el uso de sonidos diversos, muchos de ellos originales, extraídos del mundo que les rodeaba, y, sobre todo, mucha imaginación, tanto a la hora de elaborar el guión sonoro como en el tramo final de las mezclas. Les ayudaron, posiblemente, sus años de estudiantes de arquitectura y exhibían una imaginación con ganas de sorprender, de apabullar al oyente. Es otra de las máximas de la psicodelia, la magnificencia de los montajes, tanto de luz como de sonido. Barret era el motor fundamental en esta primera etapa de la banda; componía la mayoría de las letras, diseñaba las portadas de los LP’s, tomaba casi todas las decisiones y también mucho LSD. Su progresivo deterioro psíquico facilitó el cambio por David Gilmour (1947).





Primera formación de Pink Floyd: de izda. a derecha Richard Wright (1945), teclados; Roger Waters (1947), letras y bajo; Nick Mason (1945), batería y Syd Barret (1946), guitarra, letras y arreglos.

Pink Floyd es conocido principalmente por el estilo espacial de sus composiciones y por sus elaborados álbumes conceptuales de mediados de los años 1970, pero lo cierto es que comenzaron como una banda mucho más convencional. Sus primeros años,  con Syd Barrett como director de orquesta, estaban teñidos de la psicodelia imperante en aquel momento (finales de los años 60), aunque comenzaba a mostrar algunas trazas de los que se acabaría convirtiendo en el rock espacial característico de la formación. El consumo masivo de drogas como el LSD por parte de Barrett provocó que sus composiciones oscilaran entre las clásicas melodías de pop como «Astronomy Domine» y la experimentación de temas más largos como «Interstellar Overdrive», hasta el límite de que The Piper at the Gates of Dawn (1967) fue considerado como uno de los mejores álbumes psicodélicos jamás publicados. Las letras de este trabajo, divertidas y humorísticas y a veces emulando viajes espaciales como metáforas del sentimiento psicodélico, contrastan con el sonido envolvente del teclado de Wright y con las melancólicas líneas de guitarra de Barrett, dando un sonido general a menudo caótico y confuso.

__________________________

Hoy en día, y gracias a la magnifica técnica de la compresión audiovisual de YouTube, podemos oír, con cierta dosis de calidad, los discos al completo. Si tenéis la suerte y claridad en elección del equipo, y me estoy refiriendo a un buen subwoofer y satélites acoplados a vuestro ordenador, podéis conseguir esto que es comento. En el caso de Pink Floyd, en YouTube podéis encontrar casi todos sus trabajos, con comentarios e información adicional de gran interés. Todo un lujo al alcance de aquellos que dispongan de una buena ADSL y de un buen equipo de sonido.
_______________________________


 




Portada e interior del “The piper at the gates of dawn”, posiblemente el mejor álbum de rock psicodélico.-




Segunda formación de Pink Floyd: de izda. a derecha Richard Wright (1945), teclados; Roger Waters (1947), letras, voz y bajo; Nick Mason (1945), batería y David Gilmour (1947), guitarra y voz.

Con la publicación de A Saucerful of Secrets en 1968, el estilo de la banda dio un giro debido a la salida de Barrett de ella y a la entrada de David Gilmour. Definido como un álbum de transición, en él se mezclan las canciones psicodélicas semejantes a las firmadas por Barrett y piezas más experimentales, con influencias de la música clásica y que ayudaron a marcar el posterior sonido de Pink Floyd. En este álbum aparece la última canción compuesta por Barrett, «Jugband Blues». Los discos Music from the Film More, Ummagumma y Atom Heart Mother siguieron explorando los sonidos del rock espacial que llevarían a su máxima expresión con posteriores trabajos.




Portada e interior del “A sacerful of secrets”.


Poco después fueron llamados por el director Barbet Schroeder para componer la banda sonora de la película More, que se estrenaría en mayo de 1969. Sus composiciones se editaron dos meses más tarde como álbum de estudio de Pink Floyd, Music from the Film More, y consiguieron el noveno escalón en el Reino Unido y el 153º en los EE.UU. La crítica definió este disco como irregular y accidentado. Muchas pistas de "More" (como usualmente lo llaman los fans) son canciones acústicas de folk.



Portada del "More".


Después de la retirada de Barret pocos confiaban en la recuperación de Pink Floyd. Pero, como surgido de las cenizas, emergió Roger Waters, que cogió el timón de la nave y reorganizó la estrategia de conjunto, aprovechando la circunstancia para indagar en el medio y grabar temas para sus próximos trabajos, como “Ummagumma” (1969). En este doble LP se incluyen largas canciones en directo, una atmósfera etérea, hipnótica, espacial. Ejemplo de esto es el tema “Cuidado con el hacha, Eugene”, un tema “in crescendo”, en el que aparece la sospecha evidente de que algo a a ocurrir. Sin apenas tiempo para confirmar tal presentimiento, el auditor se siente sobrecogido por un grito desgarrador: el hacha, el grito, Eugene… Se huele la sangre, con un mínimo de imaginación…



Portada del doble LP “Ummagumma”.


“Ummagumma” hace de cabeza de puente para que los próximos trabajos,  “Atom heart mother” (1970) y “Meddle” (1971) consigan el reconocimiento general e internacional y consoliden al grupo como uno de los punteros de los primeros años de la década de los 70. Se siguen a rajatabla todas las consignas de la moda. Todo monumental, a lo grande…

"Atom heart mother" es la primera grabación de la banda con una orquesta y da muestras más que evidentes de improvisación, hasta en el tema de la portada del disco. Aunque fue un trabajo más que reconocido a nivel internacional, Gilmour lo repudió de forma más que grosera, diciendo que "era un montón de basura", a lo que también se apuntó Waters, quien declaró que "no le importaba que lo tiraran a la basura y nadie volviera a escucharlo". A pesar de estas opiniones tan negativas, muchos aficionados al sonido PF reconocemos la valía de "Atom heart mother”, por el hecho de que es el único trabajo de la banda en donde dan cabida al sonido orquestal, una de las características fundamentales del rock sinfónico, aunque a posteriori varios componentes de Pink Floyd apuntaron lo nefasto de esta idea...



 
Portada e interior de la suite “Atom heart mother”.


En “Meddle” (1971) se observa la consolidación del sonido Pink Floyd. La canción «Echoes», de 23 minutos de duración, la cara B del disco, fue descrita por Waters como un «poema sónico» debido a sus constantes efectos de sonido, y está considerada como una de sus mejores piezas. Este álbum ya posee el estilo característico de la banda que llevaría a su máxima expresión en discos venideros, eliminando la orquesta que tanto protagonismo tuvo en "Atom Heart Mother". Meddle alcanzó el tercer puesto en el Reino Unido, pero la falta de publicidad por parte de Capitol Records en los Estados Unidos hizo que en este país sólo alcanzase el 70º.



Portada del LP “Meddle”.


El siguiente trabajo de la banda fue "Obscured by Clouds" (1972), grabado en Francia, y que conformó la banda sonora de la película "El Valle" de Barbet Schroeder. La letra de la canción «Free Four» fue la primera referencia en una canción a la muerte del padre de Waters en la Segunda Guerra Mundial, un tema que se estableció como recurrente en posteriores trabajos. Estilísticamente, es un álbum ligeramente distinto a su antecesor, "Meddle", con canciones más cortas y con la reducción del uso de efectos sonoros para la creación de atmósferas, rozando en muchos casos el blues rock, el folk rock o el soft rock.


Portada del "Obscured by Clouds".

__________________________

El impacto de "The dark side of the Moon"

Y, de pronto, la gran sorpresa!  Todas las experiencias y triquiñuelas aprendidas en los últimos 6 años se vomitan, como si en ello les fuera la vida, en un espectacular y muy pop “The dark side of the Moon” (1973), con la estimable y fundamental aportación del ingeniero de sonido Alan Parsons. Son 12 canciones de un pop y un rock comercial de alto nivel, produciendo uno de los discos más vendidos de la historia del rock. Sonidos de un corazón latiendo, de un despertador, de explosiones, de gruñidos de una voz de color femenina, de un lunático… con un balance envidiable en las listas de las principales revistas de rock (300 semanas ininterrumpidas en el hit parade de Billboard, por poner un ejemplo!).


Portada mítica del "The dark side of the Moon”, quizás una de las inconfundibles en la historia del rock. Diseñada por la empresa Hipgnosis, la elección por parte de los integrantes de Pink Floyd fue unánime en su momento...



Interior del "The dark side of the Moon”, en su version original LP (1973).



Esta es la grabación completa del álbum, sin cortes, colgado en You Tube…













Lo aspectos más significativos de “The dark side of the Moon”, una obra maestra del rock sinfónico.-

* Se editó primeramente en los USA, el 17 de marzo de 1973, y una semana después en UK.

* El álbum está construido a partir de las ideas que Pink Floyd había explorado en sus conciertos y anteriores grabaciones, pero carece de los largos instrumentales que caracterizaban a los trabajos posteriores a la marcha en 1968 de su miembro fundador, principal compositor y letrista, Syd Barrett. La temática del álbum incluye el conflicto, la avaricia, el envejecimiento y la enfermedad mental, tema este último inspirado en parte por el deterioro mental de Barrett.

* El álbum se desarrolló como parte de una futura gira de la banda, estrenándose en directo varios meses antes de que siquiera hubieran comenzado las grabaciones en el estudio. El nuevo material se fue refinando a medida que avanzaba la gira, y fue grabado en dos sesiones en 1972 y 1973 en los Abbey Road Studios de Londres. Pink Floyd usó algunas de las técnicas de grabación más avanzadas de la época, incluyendo grabaciones multipista y loops. En varias de las pistas se usaron sintetizadores analógicos, mientras que una serie de entrevistas con la banda y el equipo técnico aparecen a lo largo del álbum en forma de citas filosóficas. Alan Parsons fue el responsable de algunos de los aspectos sónicos más innovadores del álbum, incluyendo la interpretación no léxica de Clare Torry.




* The Dark Side of the Moon fue un éxito inmediato, llegando en Estados Unidos a lo más alto de la lista Billboard 200 durante una semana. Permaneció en las listas 803 semanas (más de 15 años), siendo así el álbum que más tiempo ha permanecido en listas de la historia. Con una estimación de ventas de 50 millones de copias, es el álbum más exitoso de Pink Floyd y uno de los más vendidos a nivel mundial de la historia. Ha sido remasterizado y reeditado en dos ocasiones, además de haber sido versionado por varias bandas. Del álbum se extrajeron dos sencillos: «Money» y «Us and Them». Además de su éxito comercial, podría decirse que The Dark Side of the Moon es el álbum más popular entre los seguidores y críticos, y aparece frecuentemente en las listas de mejores álbumes de todos los tiempos.

* The Dark Side of the Moon se construyó a partir de experimentos hechos por Pink Floyd en conciertos y en grabaciones previas, pero sin las extensas piezas instrumentales que, según el crítico David Fricke, se habían convertido en una característica de la banda desde la marcha del miembro fundador Syd Barrett en 1968. El guitarrista David Gilmour, el músico que reemplazó a Barrett, luego se refirió a estos instrumentales como «ese rollo enrevesado de la psicodelia». Gilmour y Waters citan al álbum Meddle de 1971 como un punto de inflexión hacia lo que después sería el siguiente álbum.






* Cada cara del álbum constituye una pieza continua de música. Las cinco pistas de cada cara reflejan varios estadios de la vida humana. El álbum comienza y acaba con latidos de corazón; explora la naturaleza de la experiencia del ser humano, y según Waters, «la empatía». «Speak to Me» y «Breathe» juntos hacen énfasis en los elementos mundanos y fútiles de la vida junto con la siempre presente amenaza de la locura y la importancia de vivir cada uno su propia vida: «No tengas miedo a querer». «On the Run», un instrumental guiado por sintetizadores, evoca el estrés y la ansiedad que provoca el transporte moderno, en particular el miedo de Wright a volar, llevando la trama de la canción a un aeropuerto. «Time» se adentra en el modo en el que el paso del tiempo puede controlar la vida de uno y ofrece una vehemente advertencia a quienes desperdician el tiempo agarrándose a los aspectos más mundanos de la vida. A esta canción le sigue el tema del retiro hacia la soledad y el refugio en la canción «Breathe (Reprise)». La primera parte del álbum termina con «The Great Gig in the Sky», una sentida metáfora sobre la muerte. Abriendo con el sonido de una caja registradora y el ruido de monedas, la primera pista de la cara B, «Money», se mofa de la avaricia y el consumismo, con una letra irónica y efectos de sonido relacionados con la riqueza. «Money» ha sido la pista de más éxito comercial del álbum y ha sido versionada por varias bandas desde entonces. «Us and Them» habla del etnocentrismo y del conflicto y del uso de dicotomías simples para describir las relaciones personales. Siguiendo un ritmo similar al de Breathe, pero más veloz y con un aura de funk, hace presencia «Any Colour You Like», un instrumental que, mediante sus melodías psicodélicas, ofrece cierta seguridad y alegría, logrando liberar las tensiones que dejó su tema antecesor. Seguido de este, realiza su introducción la canción «Brain Damage», que trata sobre la enfermedad mental resultante de poner la fama y el éxito por encima de las necesidades de uno mismo. En particular el verso «And if the band you're in starts playing different tunes» («y si la banda en la que estás comienza a tocar distintas melodías») refleja el estado mental del antiguo miembro de la banda Syd Barrett. El álbum acaba con «Eclipse», que propugna los conceptos de la alteridad y unidad, a la vez que fuerza al oyente a reconocer los rasgos comunes de los seres humanos.

* El álbum se grabó en los Estudios Abbey Road, en dos sesiones, entre mayo de 1972 y enero de 1973. A la banda se le asignó como jefe técnico a Alan Parsons, que ya había trabajado como asistente de grabación en “Atom Heart Mother”, y que había ganado experiencia como ingeniero de sonido en los álbumes de The Beatles “Abbey Road” y “Let It Be”. Las sesiones de grabación se llevaron a cabo con las técnicas más sofisticadas de la época. El estudio era capaz de hacer mezclas de dieciséis pistas, cosa que ofrecía un gran nivel de flexibilidad, aunque la banda llegó a usar tantas pistas que para hacerlo posible se tuvieron que hacer segundas copias de las cintas.

















Imagen actual del ingeniero de sonido Alan Parsons, el artífice fundamental del sonido desplegado en The dark side of the Moon.-


* A nivel instrumental, el álbum es conocido por los efectos de sonido metronómicos en la canción «Speak to Me», y los loops en la apertura de «Money». Nick Mason, responsable de la mayoría de los efectos de sonido usados en la discografía de Pink Floyd, recibió una inhabitual acreditación como único compositor de «Speak to Me». La pista sirve como introducción, compuesta a base de cross-fades (efecto utilizado para montar una pieza sobre otra, bajando el volumen de la primera a medida que se sube el de la segunda) realizados con elementos de otras piezas del álbum. Mason creó una primera versión en su casa, antes de completarlo en el estudio. Para aumentar la construcción del efecto, se sirvieron de un acorde de piano, grabado al revés, que da lugar a la introducción de «Breathe». Los efectos de sonido de «Money» se crearon empalmando las grabaciones caseras de monedas tintineantes de Waters, sonidos de papeles rotos, el sonido de una caja registradora y el ruido de una calculadora para crear un loop de 7 pulsaciones (después adaptado a cuatro pistas para crear un efecto de «walk around the room» [pasear por el recinto y escuchar todo de forma uniforme] en la versión cuadrafónica del álbum). En algunos momentos la experimentación sónica del álbum requirió que todos los ingenieros y miembros de la banda operasen los reguladores de sonido de la mesa de mezclas de forma simultánea para mezclar las complicadas grabaciones multipista de varias de las canciones (en particular «On the Run»).















Dick Parry, en la actualidad, el saxo en "Money"...




* En los créditos del álbum aparece Clare Torry, una cantante de sesión y compositora, habitual en los estudios Abbey Road. Previamente había trabajado en material de música pop y en varios álbumes de versiones, y después de oír uno de esos álbumes Parsons la invitó al estudio para cantar en «The Great Gig in the Sky». Torry rechazó la oferta porque quería ver a Chuck Berry, que tocaba en el Hammersmith Odeon, aunque quedó en pasarse por allí el domingo siguiente. Los miembros de la banda le explicaron el concepto que había detrás del álbum, pero fueron incapaces de explicarle lo que debía hacer exactamente. Gilmour estaba a cargo de la sesión, y en unas pocas tomas breves, un domingo por la noche, improvisó una melodía sin letra para acompañar el emotivo solo de piano de Richard Wright. Inicialmente, Torry se sentía avergonzada por su exuberancia dentro de la cabina de grabación, y quiso disculparse ante la banda, para encontrarse después que estaban encantados con el resultado. Posteriormente, se editaron sus tomas para producir la versión que se usó en la pista. Se le pagaron £30 por su colaboración. En 2004, Torry demandó a EMI y Pink Floyd por regalías de composición, reclamando que coescribió «The Great Gig in the Sky» junto al teclista Richard Wright. Los tribunales de justicia del Reino Unido llegaron a la conclusión de que Torry estaba en lo correcto, aunque el acuerdo económico al que llegaron nunca llegó a salir a la luz pública. Todas las ediciones posteriores a 2005 de «The Great Gig in the Sky» acreditan la canción a Wright y a Torry.

* El álbum se publicó inicialmente en formato de vinilo con una carpeta desplegable diseñada por Hipgnosis y George Hardie, la cual mostraba un prisma refractando luz en su portada. El grupo Hipgnosis diseñó varias de las portadas de los álbumes previos de la banda, con resultados controvertidos; EMI no quedó satisfecha al ver las portadas de Atom Heart Mother y Obscured by Clouds, ya que esperaban diseños más tradicionales que incluyesen rótulos y palabras, pero los diseñadores Storm Thorgeson y Aubrey Powell pudieron ignorar las críticas, dado que la banda les contrataba. Para The Dark Side of the Moon, Richard Wright les pidió que le presentaran algo «más elegante, con más clase». El diseño del prisma se inspiró en una fotografía que Thorgeson había visto en una sesión de brainstorm (lluvia de ideas) a la que asistió con Powell. El diseño corrió a cargo de George Hardie, empleado de Hipgnosis. La compañía de arte le ofreció a los miembros de la banda a elegir entre un total de siete diseños, pero los cuatro coincidieron en que el diseño del prisma era de largo el mejor. El diseño del prisma representa tres elementos; la iluminación en los conciertos de la banda, las letras del álbum y el deseo de Richard Wright de crear una portada más «sencilla y pulcra». El espectro de luz continúa por el desplegable antes de volver a unirse en otro prisma en la contraportada, una idea de Roger Waters. Añadido al poco tiempo, el diseño del desplegable también contiene la representación del latido de corazón empleado a lo largo del álbum, mientras que la idea de incluir otro prisma en la contraportada fue de Thorgeson, con el objetivo de facilitar la disposición del álbum en las tiendas de música. La banda de luz que emana del prisma en el álbum tiene seis colores, dejando fuera el índigo en comparación con la tradicional división del espectro en rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Un prisma normal mostraría un espectro continuo sin límites definidos entre un color y el siguiente.

* Dentro de la carpeta desplegable venían dos pósters, uno de ellos con fotografías de la banda en concierto con el texto PINK FLOYD roto y las piezas esparcidas, y el otro con una imagen de las Pirámides de Guiza tomada por Powell y Thorgeson con una película infrarroja. También incluía una hoja con pegatinas de las pirámides. VH1 posicionó la portada en el cuarto lugar de su lista de las mejores portadas de todos los tiempos en 2003, y en 2009 los seguidores de la emisora de radio británica Planet Rock lo votaron como la mejor de todos los tiempos.



Interior de la carpeta del LP del "The dark side of the Moon”, tomada con cámara de infrarrojos por los diseñadores de Hipgnosis. Tal como se ha apuntado, el diseño de la carpeta original del álbum fue todo un acierto y se trató con un mimo y una delicadeza precisa.


* El éxito del álbum trajo una riqueza previamente desconocida a los cuatro miembros de la banda; Richard Wright y Roger Waters se compraron grandes casas de campo, y Nick Mason se convirtió en coleccionista de coches de lujo. Además, parte de los beneficios se invirtieron en la producción de Monty Python and the Holy Grail.
Gracias a la producción, Alan Parsons ganó un Premio Grammy al «álbum con mejor ingeniería de sonido» en 1973, y pasó a tener su propia carrera como artista. Waters y Gilmour a menudo han menospreciado su contribución en el éxito del álbum, aunque Mason ha alabado su papel en el mismo. En 2003 Parsons reflexionó diciendo: «Creo que todos ellos creen que conseguí mantenerme el resto de mi carrera gracias a Dark Side of the Moon, cosa que tiene cierta parte de verdad. Pero de vez en cuando despierto, frustrado por el hecho de que han ganado incontables millones y mucha de la gente involucrada en el álbum no».







Para aquellos de vosotros que quieran conocer los entresijos y los detalles de la creación de “The dark side of the Moon”, aquí os dejo un video colgado en YouTube, un “Making of” muy interesante, con opiniones contrastadas de sus principales protagonistas, de críticos musicales, etc…









Próxima entrega:
Psicodelia (3)…
Pink Floyd. Su obra después de “The dark side of the Moon”...
 

________________________________

Mahón, Dic. 2012