Una visión muy personal de la psicodelia y del rock sinfónico, y de los grupos que lo hicieron posible.-
Por Juan A. Gutiérrez
Mahón.-
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Pink Floyd. Su obra después de “The dark side of the Moon”...
A partir de The dark side of the moon” se afianza en Pink Floyd la influencia y presencia de Roger Waters. Se puede decir que con la publicación del mítico álbum se inicia la “era Waters”. Esto es así por varios motivos, entre los que destaca que se convirtió, por así decirlo, en el letrista fundamental del grupo, además de imponer su ideario y su visión del mundo y del rock.
Antes, los grupos de rock no acostumbraban a tardar tanto entre disco y disco. En esto también fueron pioneros los Pink Floyd. “Wish you were here” apareció en septiembre de 1975, casi 30 meses después de “The dark side of the moon”. Un sucesor digno, pero demasiado formal. Y con la llegada del punk se adaptaron –dentro de sus posibilidades- a los arreglos económicos predominantes, con la edición del “Animals” (Enero 1977).
El noveno álbum de estudio de la banda británica, lanzado en septiembre de 1975, está inspirado en el material que compusieron durante su gira europea de 1974 y que grabaron en los Abbey Road Studios de Londres. Su temática explora la ausencia, la industria musical y los problemas mentales del anterior miembro de la banda Syd Barrett. Las sesiones de grabación fueron arduas y complicadas, en parte por la idea de Roger Waters de dividir la canción "Shine On You Crazy Diamond" en dos, para después unir cada mitad con tres nuevas composiciones. "Shine On" es un tributo a Barrett, quien, irónicamente, se presentó en los estudios el 5 de junio mientras se grababa. A la banda le costó reconocerle por el peso ganado y su cambio de aspecto.
Al igual que en su álbum previo, The Dark Side of the Moon, la banda utilizó distintos efectos de sonido y sintetizadores. Roy Harper colaboró como vocalista en la canción "Have a Cigar". El diseño artístico del álbum, nuevamente en manos de Storm Thorgerson, de Hipgnosis, contiene una funda negra y opaca que tapa la portada del mismo. Wish You Were Here se estrenó en Knebworth en julio de 1975, para después ser lanzado oficialmente en septiembre de ese mismo año. Fue un éxito inmediato; la compañía discográfica EMI ni siquiera pudo editar las suficientes copias para satisfacer la demanda. Al comienzo recibió críticas positivas y negativas, aunque está posicionado en el puesto número 209 de la lista de los 500 mejores álbumes de la historia elaborada por la revista Rolling Stone. Los miembros de la banda Richard Wright y David Gilmour coinciden en que Wish You Were Here es su álbum favorito de Pink Floyd.
Portada del Wish You Were Here.
Imagen promocional del “Animals”. El motivo de la misma es la central eléctrica Battersea Power Station, ubicada en el municipio londinense de Wandsworth. La idea la tuvo Roger Waters, que vivía cerca del edificio en la época que se grabó el LP. El globo en forma de cerdo de 9 mts., por nombre Algie, fue llenado con helio y colocado frente al edificio el 2 de diciembre del 1977, con un tirador entrenado y listo para disparar si se escapaba. Por desgracia, las inclemencias del tiempo retrasaron la sesión de fotos y el mánager de la banda Steve O'Rourke no había previsto contratar al tirador más días. El globo se soltó de sus amarras y ascendió, aterrizando finalmente en Kent, siendo recuperado por un granjero local, enfadado porque aparentemente "había asustado a sus vacas". Recuperaron el globo, dedicaron un tercer día a la sesión de fotos, aunque finalmente se superpuso la imagen del cerdo delante de la estación eléctrica, ya que consideraron que eran mejores fotografías.
“Animals” es un álbum conceptual que critica de forma mordaz las condiciones sociopolíticas de la Inglaterra de los años 1970 y que presenta un cambio en el estilo musical respecto a su anterior trabajo, Wish You Were Here.
La grabación se llevó a cabo en los estudios de la banda, Britannia Row, en Londres. La producción del álbum se vio salpicada por los primeros signos de discordia que varios años después culminarían con la marcha de Richard Wright de la banda. Obtuvo reseñas mixtas en el Reino Unido, aunque alcanzó el puesto número dos de ventas. También fue un éxito de ventas en Estados Unidos, en donde llegó al puesto número tres de la lista Billboard 200. A pesar de solo permanecer en las listas estadounidenses seis meses, las ventas constantes han conseguido que sea certificado platino en cuatro ocasiones por la RIAA. El tamaño de los recintos de su gira promocional In the Flesh, sumado a un incidente en el cual el comportamiento de los seguidores hizo que Waters escupiese a uno de ellos, sirvió de temática para que el bajista compusiese el siguiente álbum de estudio de la banda, The Wall.
Animals está basado en términos generales, en la fábula política de George Orwell, Animal Farm, donde varias castas de la sociedad están representadas a través de diferentes animales: perros como los representantes de la ley, cerdos como implacables mandatarios y ovejas como peones descerebrados. Mientras la novela se enfoca en el comunismo, el álbum es una crítica directa al capitalismo y, a pesar de que ambos abogan por los ideales del socialismo democrático, el álbum difiere en que al final las ovejas se rebelan para dominar a sus opresores.
Portada del “Animals”.
Pasada la tormenta, resurgen con otro proyecto ambicioso: “The Wall” (1979), doble disco conceptual alimentado mayormente por el sombrío panorama mental de Roger Waters: la soledad, la incomprensión y el muro que construimos para aislarnos de nuestro entorno y de nuestra realidad. La película subsiguiente, bajo la batuta de Alan Parker, y con Bob Geldof como protagonista, obtuvo dividendos generosos, así como el tema “Another brick in the wall”, censurada en Sudáfrica y el algunas emisoras británicas, al denunciar con dureza la represión en sus sistemas educativos.
Portada de "The Wall".
Imagen promocional del “The Wall”.
Este pesimismo crónico, abonado gracias a las letras catastrofistas de Waters, se confirma en “The final cut” (1983), en donde se entrelazan multitud de consignas antibelicistas. De hecho el álbum está dedicado al padre de Waters, Eric Fletcher Waters, caído en combate en la II Guerra Mundial. Es el único álbum de la banda en el que no apareció Richard Wright, y el único que fue compuesto en su totalidad por uno de los integrantes de la banda, en este caso Waters (tanto fue así que le ofrecieron publicarlo como un disco en solitario, algo que fue rechazado por el resto de integrantes y por EMI.
Portada del “The final cut”.
Con la marcha de Waters en 1985, el estilo del grupo dio un giro considerable, especialmente en el aspecto lírico. La música siguió el estilo general de la banda, con atmósferas cuidadas y el típico sonido de Gilmour a la guitarra, pero se echó en falta la cohesión de Waters y su habilidad como letrista. Esto se materializó en “A Momentary Lapse of Reason” (1987), un álbum bien acogido por el público y compuesto casi enteramente por Gilmour, quien dejó más espacio al resto de miembros en el siguiente disco, “The Division Bell” (1994). Este disco fue un regreso a los tiempos anteriores a The Dark Side of the Moon, pues se pueden apreciar largas notas en el teclado y los efectos de eco que posee el sonido de la guitarra. Líricamente, el trabajo parece tener referencias implícitas a Waters y a la historia de The Wall, aunque predomina el tema de la caída del muro de Berlín.
Portada del “A momentary lapse of reason”.
Portada del “The division bell”.
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En 1985, Waters declaró la extinción de Pink Floyd, pero los demás miembros, encabezados por Gilmour, siguieron dando vida al grupo hasta ser demandados por Waters debido a los derechos del nombre de la banda, ya que habían continuado grabando y actuando bajo el nombre de Pink Floyd, mientras que Waters pensaba que dicho nombre no debía seguir siendo utilizado. Tras el juicio, Waters obtuvo los derechos exclusivos sobre toda la imaginería que desplegaban en sus conciertos (incluido su famoso cerdo volador de Animals) y los derechos sobre el espectáculo audiovisual de The Wall (excluyendo los tres temas que compuso Gilmour para la obra: «Young Lust», «Run Like Hell» y «Comfortably Numb») y sobre todos los temas incluidos en The Final Cut, mientras que el resto del grupo podía seguir usando el mismo nombre.
Tras superar estos problemas legales, Gilmour, Mason y Wright disfrutaron del éxito comercial con A Momentary Lapse of Reason (1987), disco en el que Wright participó como teclista asalariado y no como miembro de la banda, y con The Division Bell (1994), último disco de estudio del grupo en el que ya aparecieron Gilmour, Mason y Wright como componentes de la banda. Waters, por su parte, se embarcó en una carrera como solista y no se volvió a reunir con Pink Floyd hasta 24 años después, el 2 de julio de 2005 en el concierto Live 8 en Londres.
El fin definitivo llegó el lunes 15 de septiembre de 2008 cuando Richard Wright, teclista y miembro fundador de la banda, murió de cáncer a los 65 años de edad, eliminando las posibilidades acerca de una futura reunión del grupo.
Para finalizar este capítulo sobre Pink Floyd os dejo un video de You Tube, sobre una actuación en directo, base para la edición de su doble en vivo PULSE, en el cual dedican casi por entero la segunda parte del concierto al The dark side of the Moon…
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Mahón, Dic. 2012
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